lunes, 31 de diciembre de 2018

¿Rosas quiso entregar Malvinas a cambio de saldar la deuda con los Barings?

¿Intentó Juan Manuel de Rosas cancelar la deuda externa a cambio de las Islas Malvinas? 

De acuerdo a documentación que se guarda en archivos locales como de Gran Bretaña, Rosas puso en la mesa de negociaciones la cuestión Malvinas y la posibilidad de cancelar la deuda con los tenedores a cambio de entregarles las islas a los ingleses ¿Fue estrategia política para forzar el reconocimiento de la soberanía o existió la voluntad de hacer un canje?

Por Adrián Pignatelli |  Infobae


 
Bono de la Baring Brothers

La magnitud del proyecto justificaba solicitar el préstamo. Era fines de 1822 y el gobierno de Martín Rodríguez con su poderoso ministro Bernardino Rivadavia tenía pensado construir un nuevo puerto, instalar un sistema de aguas corrientes y promover la colonización de la campaña a través de la fundación de pueblos, tanto en el interior como en la costa que va de Buenos Aires a Patagones, donde se proyectaban tres nuevas ciudades.

Para ello, en noviembre de ese año la Sala de Representantes aprobó una ley autorizando al gobernador de la provincia de Buenos Aires a contratar un empréstito al exterior. Las tratativas tuvieron lugar en 1824 y se eligió a la Baring Brothers, una casa de banqueros ingleses a los que se les solicitó la suma de 5.000.000 pesos fuertes que equivalían a 1.000.000 de libras esterlinas. Se presentaron tierras públicas como garantía.

El empréstito se colocó al 85% y se recibió el 70%. La diferencia quedó en los bolsillos de los intermediarios. Y además la Baring retuvo una garantía adicional de 120 mil libras correspondiente a dos años de intereses y 10 mil libras por gastos y comisiones. Del millón de libras acordados, sólo llegarían 560 mil. Y como era dificultoso el envío de dinero, se hizo a través de letras de cambio girada contra casas comerciales en Buenos Aires, algunas de las cuales pertenecían a la propia Baring Brothers.

El capital recibido fue gastado en la guerra con el Brasil. Las dificultades para hacer frente a los intereses llevó al ministro de Hacienda, en 1828, a vender las fragatas Asia y Congreso para cubrir los dividendos vencidos. El proyecto del puerto y los pueblos ya eran un viejo recuerdo.

"El gobierno nunca olvida el pago de la deuda"

El 3 de enero de 1833 los ingleses usurparon las Malvinas con el ataque de la corbeta de la marina británica HMS Clio al mando del capitán Onslow.

Le cupo a Manuel Moreno, ministro plenipotenciario, elaborar lo que sería el primer alegato en defensa de la soberanía argentina. Moreno era el hermano menor de Mariano, el secretario de la Primera Junta. Era político, médico graduado en la Universidad de Maryland y docente de Química en la Universidad de Buenos Aires. En 1828 fue nombrado embajador en Gran Bretaña; en 1835 cumplió idénticas funciones en Estados Unidos y volvió como embajador en las islas británicas de 1838 hasta la caída de Rosas.

Él fue el responsable de la primera protesta argentina contra la usurpación. Fue elaborada el 17 de junio de ese mismo año y su destinatario fue el vizconde Palmerston, Secretario Principal de Estado para los Asuntos Extranjeros.

 
Juan Manuel de Rosas

En 1835 Juan Manuel de Rosas asumió su segundo período como gobernador y responsable de las relaciones exteriores del país. Era apoyado por el sector terrateniente y estanciero al que pertenecía, poseía un gran predicamento en las clases populares y gobernó con mano dura y orden en un sistema sin Constitución.

A través de la Ley de Aduanas, que comenzó a aplicar en 1836, protegía tantos las manufacturas locales y la materia prima y gravaba aquellos que venían del exterior. Esto permitió engrosar las arcas de la aduana, manejada por Buenos Aires y también girar fondos a las provincias.

Al comienzo de su segundo mandato, Rosas debió enfrentar la presión de los tenedores de bonos por cobrar sus dividendos. En el mensaje a la Sala de Representantes de 1835 aclaró que "el gobierno nunca olvida el pago de la deuda extranjera, pero es bien manifiesto que al presente nada se puede hacer por ella".

 
Decreto por el pago de la deuda

Rosas dejó pasar dos años para volver a explicar, con igual tenor, que "tantas y tan múltiples atenciones pesa sobre el gobierno la dificultad de sus compromisos en el empréstito de Inglaterra… el gobierno desea con vehemencia arribar a una transacción, que en si misma presente la posibilidad de su exacto cumplimiento. Para conseguirlo no omitirá ninguno de los medios que se le sugieran su razón y prudencia".

 
El pago de 5 mil pesos metálicos mensuales por la deuda con Londres

En 1838 Rosas, con la excusa de las arcas públicas vacías, había aumentado los derechos de importación de productos que hubieran sido transbordados en Montevideo. Esta medida perjudicaba a Francia, que tenía al puerto oriental como un punto central de su comercio en esta región. El gobierno francés protestó. El vicecónsul francés Aimé Roger buscó el pretexto para presionar con las armas. Aduciendo que Rosas se negaba a exceptuar a los súbditos franceses del servicio militar y del encarcelamiento de ciudadanos de ese país acusados de espías, una flota francesa al mando del almirante Luis Francisco Le Blanc bloqueó el Río de la Plata.

Nuevamente, Rosas fundamentó que no tenía medios para pagar porque el bloqueo perjudicaba económicamente a la Confederación y propuso el arbitraje de Inglaterra para solucionar el conflicto. Dividir para reinar.

Explorar con sagacidad

Y en este punto los historiadores no se ponen de acuerdo. De acuerdo a documentación que se guarda en archivos locales como de Gran Bretaña, Rosas puso en la mesa de negociaciones la cuestión Malvinas y la posibilidad de cancelar la deuda con los tenedores a cambio de entregarles las islas a los ingleses.

El 21 de noviembre de 1838, el embajador Manuel Moreno recibió la siguiente instrucción del todopoderoso gobernador bonaerense. "Insistir así que se le presente la ocasión en el reclamo respecto de la ocupación de las Islas Malvinas, y entonces explotará con sagacidad sin que se pueda trascender ser idea de este gobierno, si habría disposición en el de S.M.B.A hacer lugar a una transacción pecuniaria, que sería cancelar la deuda pendiente del empréstito argentino". Y que les aclare a los tenedores de bonos que hasta que no se levante el bloqueo francés, no iba a poder pagarles.

 
Manuel Moreno, embajador y figura clave en las negociaciones

¿Qué buscaba en realidad Rosas? Nunca lo aclaró. Si los ingleses aceptaban este suerte de canje, estarían reconociendo tácitamente la soberanía argentina sobre el archipiélago. Y el gobernador tendría los argumentos para fundamentar aún más el reclamo. O posiblemente sus intenciones eran las de dejarlas como parte de pago. Eran épocas donde algunas posesiones territoriales se definían con dinero y no por la boca de los cañones: Estados Unidos había comprado Louisiana en 1803, una parte de La Florida en 1819 y Oregón, en 1846.

Pero los ingleses no dieron el brazo a torcer. En marzo de 1842 el secretario para asuntos exteriores inglés, Lord Aberdeen, negó al gobierno argentino derecho a indemnización alguna. "…como definitiva la declaración con que el infrascripto concluyó su nota al señor Moreno de 15 del próximo anterior, repitiendo la determinación del gobierno de S. M. De no permitir que sean infringidos los indultados derechos de la Gran Bretaña sobre las islas".

Falconnet, el enviado

Paralelamente a estas negociaciones, llegó a Buenos Aires un súbdito inglés, napolitano de nacimiento, Francisco de Palacieu Falconnet, enviado por la Baring. Sus instrucciones eran indagar cúal era la voluntad, la capacidad y los recursos del actual gobierno para hacer frente a la deuda y cuáles serían los modos de asegurar su cobro. Tamaña tarea le aguardaba. "Buenos Aires tiene la vergonzosa distinción de no haber hecho nada y no haber propuesto nada en los últimos catorce años, conducente al pago de los dividendos y a la restauración de su crédito", escribió.

En los dos años que Falconnet permaneció en Buenos Aires, estuvo en contacto directo con Manuel Insiarte, ministro de Hacienda a fin de encontrar una forma que el gobierno argentino se pusiese al día con la deuda.

Fue a comienzos de 1843 cuando Felipe Arana, ministro de Relaciones Exteriores de Rosas, instruyó a Moreno y al cónsul argentino en Londres, Jorge Federico Dickson a "demandar al gobierno de S.M.B. una indemnización por el derecho de las Islas Malvinas, y que entre en esta el empréstito y sus rentas vencidas y por vencer bajo el concepto de que en tales arreglos debe intervenir el acomodamiento de los interesados, y que cuanto convenirse y estipularse sobre esto será aquí ratificado con previa autorización de la Sala de Representantes…"

Moreno y Dickson ya venían padeciendo hace tiempo este tipo de negociaciones que no encontraban ningún eco en el gobierno inglés. Terminaron respondiendo que "hallamos tantas dificultades que en verdad nos hacen pensar que aunque la idea de esta transacción es absolutamente justa y razonable en su fondo, no hay al presente ninguna probabilidad de hacerla practicable…".

En esa misma comunicación, Moreno explicaba que el gobierno inglés negaba el reconocimiento argentino de la soberanía y que el volumen de la deuda, con intereses, ascendía a 1.900.000 libras esterlinas. En caso de llegar a un acuerdo, no se haría por esa cifra.

 
Felipe Arana, ministros de Relaciones Exteriores de Rosas

Moreno no se sentía cómodo representando al gobierno de Rosas. En 1841 le escribía a su sobrino: "Los que empezaron la Revolución creyendo generosamente en los destinos de la Patria, nunca se pudieron imaginar, entre los grandes riesgos que tan heroicamente arrostraron, que habían de llegar tiempos de esta especie".

En el mismo sentido Dickson, en una carta a Felipe Arana del 5 de abril de 1843 confirmaba que "no son el tiempo y la circunstancia oportunas para entretener este asunto. En todo caso se verá ser muy difícil convencer a este gobierno del derecho que tiene la República a reclamar indemnización alguna para la cesión de a propiedad que alega en nuestro territorio de las Islas Malvinas…"

Claro que no todos los ingleses eran de la misma opinión. En la Cámara de los Comunes, el diputado Malesworth, a la hora de discutir el presupuesto para las colonias, había dicho: "Vuelven estas miserables islas Falklands donde no se da trigo, donde no crecen árboles, islas batidas por los vientos polares que desde 1841 nos han costado sin beneficio alguno nada menos que 45 mil libras; decididamente soy del parecer que esta inútil posesión se devuelva al gobierno de Buenos Aires".

A comienzos de 1844 Insiarte reiteró ante Falconnet el ofrecimiento de las Islas Malvinas como moneda de canje. Recalcó la soberanía argentina y advertía que su cesión a los prestamistas ingleses era el medio más seguro para cobrar lo adeudado.

Al fin, un cansado Falconnet halló una forma de salir del atolladero. Como la Confederación Argentina le estaba abonando a Francia un monto mensual en concepto de reparaciones de guerra, pidió lo mismo. En carta del 14 de febrero de 1844 se lo propuso al ministro Insiarte: "Para mí será imposible permanecer por más tiempo en esta expectación que nada justifica a los ojos de los que me han honrado con su confianza…", comenzaba la carta; así le fue aprobado el pago de una suma mensual de 5000 pesos fuertes a cuenta de la deuda. Algunos interpretan que así Rosas disminuiría la presión británica.


 
El Bloqueo anglo-francés al Río de la Plata tuvo lugar entre el 2 de agosto de 1845 y el 31 de agosto de 1850. Durante el mismo, las de ambos países cerraron al comercio todos los puertos de la Confederación Argentina

Los pagos comenzaron en mayo de 1845 pero se suspendieron cuando Gran Bretaña comenzó con el bloqueo, junto con los franceses, del Río de la Plata. Vendría el combate de la Vuelta de Obligado y el pragmatismo inglés de resolver el pleito en la mesa de negociaciones. Los pagos se reanudarían en 1849.

En el mensaje a la Sala de Representantes de 1849, Rosas ofreció a la Baring y accionistas del empréstito "a comprar de este gobierno por quince años, como privilegio exclusivo, el derecho de disponer del guano, y explotarlo de todas las islas y costas patagónicas; también el salitre, otras sales, barbilla, yeso, metales y la pesca de anfibios; debiendo entregarse la cantidad que abonasen al Gobierno, en cuanta de pago del empréstito de Inglaterra, y siendo obligación de los empresarios a hacer respetar a nombre del gobierno de la Confederación, el usufructo que por el término que se estipulase les concediera. Debía extenderse la extensión del territorio para ese objeto desde la Bahía Nueva, en los cuarenta y tres grados, hasta el Estrecho de Magallanes, en los cincuenta y tres".

Los ingleses no se hicieron eco de esta propuesta.

A fines de 1849, se firmó el tratado Southern-Arana, que ponía fin a la disputa entre nuestro país y Gran Bretaña. Se llamó "Convención para restablecer las perfectas relaciones de amistad entre la Confederación Argentina y su Majestad Británica". Los ingleses reconocieron la soberanía argentina de los ríos interiores; instaba a nuestro país a solucionar pacíficamente nuestros diferendo con Uruguay y se nos devolvía la flota capturada. Lo curioso es que ese tratado también consignaba la devolución de la isla Martín García, pero ni una palabra sobre las Malvinas. Aunque algunos sospechan de una cláusula secreta, por la que Rosas desistía de continuar reclamando la soberanía.

¿Qué pasó con el famoso empréstito? Se cancelaría 80 años después, en 1904. Haciendo cuentas, el país había pagado 23.700.000 de pesos fuertes de los cinco millones originales.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Diplomacia débil: Las 13 derrotas de Malvinas (1/2)

Las 13 derrotas de Malvinas: el Blue Belt del Reino Unido


Por Cesar Lerena (Asesor Proyecto Sur). Es notable el esfuerzo que por complacer las necesidades de los ingleses hacen todos los cancilleres argentinos a costa de nuestro territorio.

PARTE 1: LAS RESERVAS MARÍTIMAS PROTEGIDAS. EL BLUE BELT DEL REINO UNIDO


EL ESCUDO DE PROTECCIÓN BIOLÓGICO DE LAS CAPTURAS BRITÁNICAS




La primera derrota, mal que nos pese, ya todos la conocemos, fue el 14 de junio de 1982 cuando Benjamín Menéndez firmó la rendición de los argentinos en Malvinas. La siguiente decena de derrotas de Argentina son menos conocidas por el común de los ciudadanos y, les ha permitido al Reino Unido ocupar 1.639.900 km2 del mar argentino, mucho más que el archipiélago de Malvinas que solo alcanza a los 11.410 km2, y también, extraer nuestros recursos pesqueros a través de buques extranjeros por valor de 21 mil millones de dólares a la primera venta, un valor que a la comercialización final de entre 63 y 148 mil millones de dólares desde 1976 a la fecha, por lo cual los habitantes de malvinas, tienen uno de los ingresos per cápita más altos del mundo.

La décima tercera derrota de la posguerra se produce con la reciente sanción de las leyes de las “Áreas Marinas Protegidas” Namuncurá-Banco Burdwood (Ley 26.875, 26/8/2013); Namuncurá-Banco Burdwood II y Yaganes (12/12/2018), que someten estos espacios marítimos, sus plataformas y lechos al régimen establecido por la Ley 27.037. Esta iniciativa del P.E.N. fue promovida por entidades ambientalistas, que, sin embargo, nunca cuestionaron la depredación que realiza el Reino Unido en el área de exclusión británica de Malvinas, en la Z.E.E. Argentina y adyacente a esta, por buques pesqueros licenciados por el gobierno ilegal en Malvinas por un volumen de unos 42 millones de toneladas de pescados y moluscos desde 1976 a la fecha, sin computar, los descartes en alta mar y el trabajo esclavo de sus tripulantes, generando, un gravísimo desequilibrio en el ecosistema del mar argentino. Las mismas, bajo un aparente sustento ambientalista le quitaron el pasado 12 de diciembre a la Secretaría de Pesca, Energía y Minería la condición de Autoridad de Aplicación en más de 125.975 km2 vinculados al área de Malvinas, debilitando la posición argentina en el Atlántico Sur y reservándole al Reino Unido los recursos de estas «áreas marinas protegidas» con el que se abastecen los buques licenciados por Malvinas. Llamativo, es el desinterés de aplicar la misma vara, por parte de estas ONGs Ambientalistas en el área de ocupación de facto de las 200 millas marinas -unos 438.000 km- alrededor de Malvinas y otras tantas millas alrededor de Georgias del Sur y Sándwich del Sur y en los 1.900 Km2 ocupados en forma prepotente por el R.U. el 22 de agosto de 1994, al noroeste de Malvinas -el denominado GAP- fuera de la denominada área de exclusión inglesa, una importante área de captura del calamar y, tampoco, en el millón de km2 declarados “reserva ecológica” en forma unilateral por Gran Bretaña. No es necesario que nosotros supongamos los motivos, un tanto obvios, pero son los propios ingleses quienes los develan: el 6 de agosto de 2013 el gobierno ilegal en Malvinas dio la bienvenida al anuncio del establecimiento del área marítima protegida, aunque, claro está, rechazó que la Argentina pudiera tener injerencia en un muy pequeño espacio oriental donde el área Namuncurá-Banco Burdwood alcanza la zona de exclusión bajo su control y, donde la Argentina no podría ejercer control alguno, aunque, es bueno recordarlo, que, con un promedio de dos buques extranjeros apresados por año por la Prefectura en todo el Atlántico Sur es poco probable que haya algún control argentino en estas áreas seleccionadas.

Y la citada reserva no está totalmente dentro del área de exclusión británica por voluntad de Argentina, sino porque Gran Bretaña se ajustó en un todo a la CONVEMAR y separó en una línea imaginaria equidistante las 200 millas marinas, en atención que se considera a nuestras Islas un país ribereño que linda con el nuestro continente por imperio de la referida Convención del Mar, en la que se resguardan los ambientalistas para propiciar éstas y futuras reservas marinas que pretenden alcanzar el 10% del total del Atlántico Sur, lo que ya de por sí, carece de todo rigor científico, porque esa proporcionalidad o la que pudiese fijarse no representa la diversidad biológica, sus procesos reproductivos, etc. ni la interrelación en el ecosistema ni la cadena trófica del Atlántico Sur.

Para diseñar y tomar esta compleja decisión, quienes promovieron esta iniciativa no mantuvieron reuniones de trabajo con los Sindicatos pesqueros ni las Cámaras Empresarias y solo consultaron a cuatro empresas, una noruega, una empresa española y dos empresas asociadas argentino-japonesas, una de las cuales compró en 2015 una empresa japonesa suspendida por operar ilegalmente en Malvinas a través de la firma chilena Emdepes. Por otra parte, los cuatro informes técnicos de merluza negra del INIDEP resultan insuficientes e inespecíficos para establecer el área, de mismo modo, el único papel no oficial referido a la merluza de cola, al igual que la bibliografía inespecífica citada. ¿Tuvieron en cuenta los funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable las vedas sobre este territorio del INIDEP? ¿Denunció esta repartición la captura en áreas de veda de juveniles de merluza negra? Todo indica muy poco rigor científico y la falta de acciones podrían tipificarse de incumplimiento de los deberes de funcionario público por falta de protección de la sustentabilidad de los recursos.

Aun así, señores ambientalistas y del Poder Ejecutivo Nacional (en su momento C.F. de Kirchner y ahora Macri) ¿por qué no empezamos por la Zona de Exclusión de Malvinas? ¿Quién fija la estrategia nacional, para que luego los tecnócratas la instrumenten o estamos en manos de estos últimos?

Es más, por si no lo saben, señores políticos, burócratas y ambientalistas actuantes, la Argentina por imperio de la Ley 24.922, sus Artículos 1°; 5° c); 7° a), c), e), g); 9° b), c); 11º; 12º; 17º; 18º, 19º, 21º c), g), h), i), l), n), ñ), o) entre otros incisos; 38º c), d) y e) tiene facultades suficientes para efectuar prohibiciones de exploraciones, extracciones, explotaciones; rendimientos máximos sostenibles; reservas; vedas; paradas de buques y otras medidas relativas a la sustentabilidad biológica y ambiental en toda la Z.E.E. Argentina e, incluso, sobre los recursos migratorios y asociados en el área adyacente a esta, por imperio del artículo 4º. En todo caso, tendrán que plantearle al Subsecretario de Pesca, al Concejo Federal de Pesca -que entre otros funcionarios está integrado por un miembro titular y otro suplente de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable e, igual número de integrantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto- o bien podría intervenir con igual objeto el propio secretario y ex Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Les bastaría con dictar una simple Resolución de alcance a todo el Atlántico Sur Argentino para resaltar la vigencia de la ley 24.922 sin necesitar el dictado de ley alguna y ello, lógicamente, alcanzaría también a los importantísimos espacios marinos argentinos ocupados arbitrariamente por el Reino Unido. Toda la explotación del mar argentino debe ser sustentable y no una porción de nuestro territorio marítimo y, más aún, cuando esos espacios son especialmente de interés inglés. El Estado, en cabeza de sus distintas Autoridades de Aplicación en los campos de la Pesca, la Energía, la Minería, la actividad agropecuaria, la industria farmacéutica, química, gastronómica, etc. deben asegurar que todas las prácticas se realicen por sí o a través de las empresas habilitadas, concesionadas, etc. en forma sustentable ambientalmente y también social, laboral y económicamente. Y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable -que no ha podido resolver ni el saneamiento del Riachuelo- debería auditar que eso ocurra y no lo contrario -poniendo el caballo atrás del carro- de modo que los dos actores principales: el Estado y los ciudadanos, preserven el ambiente y los recursos para la alimentación, generación de energía, etc. para todos los argentinos de hoy y las generaciones futuras. Por ejemplo, poner su energía en evitar los descartes en alta mar nos aseguraría dos millones de raciones diarias para nuestros niños pobres y un espacio marítimo sin contaminaciones y, por citar, solo algunas cuestiones: controlar la ejecución cierta de las vedas o reservas que establece el Consejo Federal Pesquero o los gobiernos del litoral marítimo o, verificar el desembarco de las especies incidentales en la captura del langostino, sería una obra significativamente de mayor importancia cuali-cuantitativa, que declarar estas reservas, que no solo perjudican a las pocas empresas habilitadas que pescan en esa zona -ejerciendo soberanía- sino que benefician a los buques con licencia británica. Estas cuestiones no parecen haber sido tenidas en cuenta por Patricia Gandini y, su premiación de la WWF, se ha debido a su promoción de las nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMP) en el mar argentino, pese, a que la propia Presidente Yolanda Kakabadse, de la citada organización Internacional de origen inglés -fundada en 1961 por el británico Gerald Watterson y Sir Peter Scott- da una explicación contraria a la creación de estas reservas cuando nos dice que «el problema no es la disponibilidad del recurso, sino que estamos consumiendo en forma abusiva e irresponsable» (El Heraldo, 19/4/2014) y ello debiera alcanzar en especial a la explotación pesquera a través de licencias -un método absolutamente perimido como la explotación de ganado en pie- que realiza el Reino Unido en Malvinas y, sobre la que no se ha expedido esta organización internacional, tal vez por su propio origen. Sería interesante también conocer que hizo la citada psicóloga Yolanda Kakabadse en su paso como Ministra de Ambiente del Ecuador entre el año 1998 y 2000, bajo el gobierno del luego derrocado Jamil Mahuad, político que abandonó el poder y que prácticamente llevó a la quiebra a Ecuador, desapareció la moneda y la dolarizó y, fue condenado con ocho años de prisión; pero, lo más interesante qué hizo esta Ministra de Ambiente entre 1995 y 2011, donde Petroecuador registró al menos 1.983 derrames de petróleo en la región amazónica, lo cual equivale a un derrame de petróleo cada tres días a lo largo de 17 años (Gudynas Eduardo, Ambiente, Desarrollo y Naturaleza. “Acción y Reacción. Mi amigo el Ministro de Ambiente, 13/05/2009).

Bien, no nos caben más dudas, cuando vemos que el Reino Unido no ha declarado una sola Área Marina Protegida el Atlántico Norte ni el Mar del Norte y, por el contrario, como lo indicó la Embajada Británica en Santiago (GOV.UK, 5/9/2017) en el IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (AMP), Gran Bretaña lanzó el «Programa Blue Belt» para «proteger unos 4 millones de km2 alrededor de los Territorios Británicos de Ultramar», por considerarse «custodios de la quinta mayor área marina del mundo», cuestión que el propio Ministro de Relaciones Exteriores británico, Sir Alan Duncan -sí, el mismo que firmara el Pacto con Foradori- durante la conferencia “Our Oceans” en 2016 ya había anunciado -que por cierto, organizaciones inglesas, como la WWF internacional apoyan- la designación de AMP alrededor de Santa Helena (444.916km²); Pitcairn (840.000 km²); Isla Ascensión (445.390km²) y Tristán da Cunha (750.510km²). Mencionó también este funcionario que el R.U. declaró anteriormente AMP en el Territorio Británico del Océano Índico (BIOT: 640.000 km2); Georgia del Sur y las Islas Sándwich del Sur (SGSSI, 1 millón de km2 en 2013) y lideró el AMP aprobado en la plataforma sur de las islas Orcadas del Sur, a través de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (94.000 km2 en 2009) y que, por cierto, los gobiernos de Argentina se han prestado rápidamente a satisfacer ¿sin necesidad de intervención británica? declarando ya tres AMP, de modo que, junto a otras medidas que se citan en este trabajo, se le preste un escudo biológico -un cinturón azul dicen los ingleses- para asegurar la llegada de recursos como el calamar, merluza común y negra, hoki, polaca, nototenia, bacalao austral y otros que son sustanciales para la economía de la Malvinas usurpada.

En la urgencia por crear estas áreas no descartamos la necesidad del Reino Unido post Brexit y el alineamiento de Donald Trump con su siempre eterna socia en la Unión Europea y, el reinicio de las reuniones de la Comisión Conjunta de Pesca en el Atlántico Sur.

La segunda derrota argentina incluyó tres hechos trascendentes: a) la sesión de los recursos pesqueros por parte del negociador argentino. El diplomático jubilado Lucio García del Solar el 16/17 de agosto de 1989 se reunió a solas en Nueva York con Crispin Tickell de Gran Bretaña. El Embajador inglés le dijo al argentino: «le pedimos que la Argentina reconozca que existe, en la práctica, una FICZ (una zona de exclusión pesquera). No le pedimos al gobierno argentino que diga nada en público, simplemente le pedimos que deje que sigan las cosas». A lo que García del Solar respondió: «…El levantamiento de la zona de protección militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento de la FICZ (pesca); la zona de protección militar es anacrónica»[1]. Ello, luego sería instrumentado por los funcionarios Caputo, Cavallo, Solá, Ruiz Cerutti, Dadone, Basabe y Otegui, entre otros. Ninguno de ellos experto en pesca. Tanto lo sé, como que Cavallo me bajó del avión bajo el pretexto que en mi condición de Secretario excedía el nivel previsto de los negociadores (¿?); b) La desmalvinización, que se inició durante el proceso militar y continuó con todos los gobiernos democráticos hasta De la Rúa inclusive, aunque luego de este, hubo muchos otros personajes que al calor de la política de entrega y humillación nacional favorecieron los intereses ingleses y, c) los llamados Acuerdos de Madrid, cuya entrega militar y económica bien describe Julio C. González en su libro «Los tratados de Paz por la Guerra de Malvinas» (1998) y en las implicancias pesqueras y territoriales este autor en «Malvinas. Biografía de la Entrega. Pesca la moneda de cambio» (2009) o el propio Felipe Solá en su Biografía «Peronismo, Pampa y Peligro» (pág. 109:115, 2018). En estos acuerdos la propuesta del “paraguas” iniciada por Caputo y refrendada por Cavallo, no hizo otra cosa, que propiciar la formula inglesa, que la Argentina ya había rechazado en febrero de 1981: «congelar las cuestiones de “soberanía” y cooperar en forma conjunta en el desarrollo de Malvinas». La congelación de la soberanía benefició claramente a Gran Bretaña, quien estaba y, está, en posesión de Malvinas y el mar circundante. En un partido de futbol, el que lo congela -el que retiene la pelota- es el que está ganando, no, el que lo va perdiendo.

La tercera derrota argentina. En 1833, las Islas y tres millas marinas a su alrededor estaban en poder del Reino Unido, ello, duró mucho tiempo. En 1982, como producto de la confrontación bélica fueron 150 millas. El 29 de octubre de 1986, efectivizada el 2 de febrero de 1987 a consecuencia del Acuerdo Marco Pesquero con la U.R.S.S. y Bulgaria, firmados por el Canciller Caputo el 28/29 de julio de 1986 con la ingenua pretensión que los buques de esos países pescaran en Malvinas, Gran Bretaña declaró la Zona de Provisional de Conservación y Administración de las Pesquerías, conocida en la Argentina como la “Zona de Exclusión Pesquera”, donde los buques argentinos nunca más pudieron pescar, dando lugar a que el Reino Unido se considerara un país ribereño, en acuerdo a las prescripciones de la Convención de las Naciones Unidas del Derecho del Mar (CONVEMAR). Significó una importantísima derrota en lo territorial y pesquero.

La cuarta derrota argentina fue la sanción el 10 de septiembre de 1991 de la Ley 23.968 sobre “los espacios marítimos” que determinó las líneas de base y abrió el camino a que el Reino Unido delimitara ilegalmente su propia Z.E.E. alrededor de Malvinas, amparada en las regulaciones de la citada CONVEMAR y, a la ratificación por parte de Argentina de esta por Ley 24.543 del 13 de septiembre de 1995. Ambas leyes fueron promovidas por Cavallo. Esta Convención dio motivo a numerosas discusiones políticas y jurídicas, referidas en especial, a su alcance y a la limitación de nuestro mar territorial, que por Ley 17.094 era de 200 millas marinas y por la CONVEMAR se limitó a sólo 12 millas marinas, una zona contigua de 12 millas y la Z.E.E. hasta las 200 millas, además, de la limitación a la plataforma continental a 350 millas, cuando es sabido, que en el área de Malvinas nuestra plataforma supera largamente esas millas. Lo que pudo tratarse de una respuesta reivindicatoria de los países sudamericanos del Atlántico: Argentina (1966), Uruguay y Brasil; del Pacífico: Chile (1952), Perú (1970) y Ecuador; y de Centro América, Santo Domingo (1972); terminó, a nuestro juicio, como una claudicación inaceptable; porque nos redujo la soberanía plena del mar territorial argentino, contrario a la República de Perú que sostuvo su posición y no le ha impedido hasta nuestros días ejercer su soberanía marítima y, nos quitó, gran parte de nuestra Plataforma Continental afectando nuestros intereses soberanos en Malvinas y la Antártida y, a su vez, no dio solución alguna a la intolerable pesca depredadora de nuestros recursos migratorios y asociados, donde la CONVEMAR dejó afuera de los clasificados como “altamente migratorios” al calamar, la merluza y otras especies argentinas, sin que los sucesivos gobiernos argentinos, pese a los años transcurridos, promovieran enmienda alguna, como prevé la CONVEMAR. Y ello, a nuestro juicio, encuentra un único fundamento: el calamar Illex argentinus (su solo nombre científico prueba que es argentino) que migra anualmente a Malvinas y es el sostén principal de los ocupantes de las Islas, pero, también, la interrelación con terceros países.

Cavallo, a poco de llegar al gobierno, tuvo una notoria vocación por promover una pronta relación con Inglaterra, muy deteriorada desde 1982; pero, a nuestro juicio, este arreglo se planteó con un criterio meramente economicista, dejando de lado cuestiones soberanas y, con la opinión de los principales asesores globalizados, que ya tenían posición tomada, y que, en nuestra opinión, habían perdido interés en las posiciones nacionales que consideraban de cabotaje. Es decir, la necesidad de un arreglo urgente hacía prever un arreglo “a cualquier precio”. Y así fue.

En la PARTE 2 hablaremos de las derrotas argentinas 5º a 12º de la posguerra de Malvinas

Es notable el esfuerzo que por complacer las necesidades de los ingleses hacen todos los cancilleres argentinos a costa de nuestro territorio y de los recursos pesqueros y energéticos nacionales. Las llaman «negociaciones distensivas con Gran Bretaña», en verdad se tratan de: «les damos todo lo que pidan, y algo más».

Tal vez todavía, no hemos visto lo peor y, aunque resulte difícil imaginarlo, ante tanta política de desacierto y entrega, es posible esperar nuevos pasos hacia la consolidación inglesa en Malvinas. Esperemos que la cláusula transitoria de nuestra Constitución Nacional no sea sólo un canto ilusorio, de igual modo que la frase «o juremos con gloria morir» de nuestro Himno Nacional.

jueves, 27 de diciembre de 2018

2 Para y sus tanques desde Goose Green a Wireless Ridge

La batalla de Goose Green de 1982 y más allá ...

Weapons and Warfare




4 Scorpions, 4 Scimitars y un Samson fueron a las Malvinas de 3° y 4° Tropa, Escuadrón 'B', The Blues y Royals. Jugaron un papel importante en la recuperación de las islas, ya que eran los únicos blindados que lograron desembarcar.

Coordinación inadecuada de apoyo de fuego y ausencia de un enfoque de todos las armas

El 2 Para se fijó el objetivo totalmente irrazonable de derrotar a un enemigo atrincherado, establecido en profundidad y desplegado en un frente estrecho con campos de fuego despejados, sin posibilidad de sorpresa, prácticamente sin posibilidad de superar a Piaggi y, quizás el más imperdonable de todos, careciendo de todo lo que se acerque al adecuado soporte de fuego. El hecho de que HMS Arrow experimentó dificultades técnicas con su arma principal se puede atribuir simplemente a los caprichos de la guerra: la "fricción" de Clausewitz o la "Ley de Sod", y sin duda los artilleros y técnicos hicieron todo lo que pudieron, aunque, como sucedió, sin éxito. para hacer su arma operativa. Pero la ausencia de apoyo de artillería adecuado en el campo es menos perdonable, a pesar de la pérdida crítica de los helicópteros de carga pesada el 25 de mayo, cuando el error de cargar tantas máquinas de importancia vital en un solo barco de transporte expuso la planificación deficiente en su peor momento. En cuanto a la ausencia de apoyo aéreo hasta las fases finales de la batalla, la RAF no era responsable de esto. Con un mejor clima el 27, los ataques aéreos de Harrier lanzados contra el istmo a petición de Jones podrían haber realizado gran parte del trabajo antes de que 2 Para saliera de su línea de salida temprano a la mañana siguiente, incluso teniendo en cuenta la presencia de cañones antiaéreos. que ya había demostrado su valía en derribar a dos Harriers antes de la batalla. No fue hasta las 1530 horas que tres Harriers aparecieron en el campo de batalla, solo uno de los cuales logró atacar la península al este de Goose Green, pero no logró alcanzar los cañones de 35 mm situados allí. Aún así, su presencia puede haber contribuido a la decisión de los argentinos de rendirse a la mañana siguiente.

Sin embargo, si uno puede justificar la falta de disparos navales o de apoyo aéreo, la lamentable falta de soporte de artillería es menos comprensible, con solo tres cañones de 105 mm disponibles; tan pocos, de hecho, que continuamente cambiaron su fuego de una compañía a la siguiente, según sea necesario. Esto significó, por ejemplo, que aunque la Compañía B necesitaba apoyo contra incendios durante su avance en Boca House, negó a la Compañía el mismo apoyo que Farrar-Hockley necesitaba para romper el punto muerto en su sector hacia el este, que llegó casi exactamente al mismo tiempo. : 1200 hrs. La artillería también gastó una cantidad considerable de municiones en un esfuerzo inútil por disparar contra la batería, cuando la falta de inteligencia sobre la ubicación de las armas argentinas hizo inútil este esfuerzo. La prioridad debió haber sido apoyar a las compañías de rifles, particularmente A y B, aquellos cuyo avance los argentinos resistieron con más éxito. Mientras que los cañones operaron casi continuamente durante la lucha de catorce horas, y dispararon unos 900 proyectiles, dando una velocidad de disparo de aproximadamente uno por minuto, no lograron proporcionar el peso del fuego requerido para mantener el impulso de las tropas. En resumen, un ataque terrestre requiere un apoyo máximo de fuego para ayudar a su avance; incluso, o tal vez especialmente, el soldado ordinario aprecia la solidez de este principio. A pesar de que prevaleció el párrafo 2, el nivel de apoyo contra incendios proporcionado quince días después durante los asaltos a Monte Harriet y Wireless Ridge, en particular, debería haber estado presente en Goose Green. Finalmente, dada la naturaleza plana del terreno, incluso la turba blanda, empapada y empapada podría soportar el peso de los tanques ligeros, pero los cuatro Scorpions y cuatro Scimitars de 3 Commando Brigade no se desplegaron en Goose Green, sorprendentemente.

Operaciones del 12 al 13 de junio: Monte Tumbledown y Wireless Ridge

En la tarde del 12 al 13 de junio se reanudó la ofensiva, con el esfuerzo principal de proceder de la 5 Brigada en el sur contra las defensas de Puerto Argentino, que involucró un ataque del Segundo Batallón de la Guardia Escocesa contra Tumbledown y más al norte, un asalto de 2 para. contra Wireless Ridge. La Artillería Real proporcionaría cinco baterías de armas para apoyar estos esfuerzos, junto con cuatro buques de guerra y los ocho tanques de los Azules y los Reales, que habían cruzado la isla desde San Carlos. Mount Tumbledown constituía una posición muy formidable mantenida por elementos del 5º Batallón de Marines, quizás la unidad más importante que los argentinos poseían en las islas, y representaba el puesto clave en las defensas al oeste de Puerto Argentino. En la evaluación del teniente coronel Scott, comandante del batallón, un ataque a través de las laderas expuestas del sur de la montaña representó un riesgo demasiado grande para sus guardias, por lo que eligió un avance al oeste a lo largo de la cresta de la cumbre sin el beneficio de apoyar el fuego, por lo tanto Asegurando un enfoque lo más tranquilo posible. En la primera fase, una incursión de desviación llevada a cabo a lo largo de la pista Fitzroy-Puerto Argentino precedería a la incautación por parte de una empresa del extremo occidental de la eminencia, mientras que en la segunda fase, otra empresa debía capturar el área alrededor de la cumbre. Por último, una tercera compañía tomaría el extremo oriental.



El desvío comenzó a las 20:30 h, y el avance principal comenzó media hora después en condiciones de congelación. Apoyada por tanques ligeros, la fuerza de desviación involucró a los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por otras subunidades que emplean armas anti- armadura contra la fuerza de desvío que ejerció a los argentinos durante dos horas, seguida de un éxito limitado por otras subunidades que emplean anti -armar armas contra bunkers argentinos; de hecho, a pesar de los esfuerzos de los guardias por usar granadas a una distancia peligrosamente cercana, todavía encontraron que su progreso se mantuvo severamente detenido. Alrededor de las 02.30 horas, los atacantes solicitaron apoyo de artillería para romper el callejón sin salida, y después de varios combates mano a mano, un puñado de hombres finalmente llegó a la cumbre, pero solo después de una lucha de siete horas, con sangrientas bayonetas. Otras compañías hicieron un uso extensivo de sus armas antirretorales Carl Gustav de 84 mm y armas antitanques ligeras. Los combates no cesaron hasta aproximadamente las 8:15 h del 13 de junio, mucho después de la salida del sol, en el curso de la cual los guardias escoceses sufrieron nueve muertos: dos durante el desvío y cinco en el asalto principal, más otros dos de disparos de mortero cuando cayeron proyectiles mientras Los hombres atendían a los heridos. Desde el momento en que salieron de la línea de salida tardaron poco más de once horas para que los guardias arrebataran la cordillera a los argentinos, de los cuales doce fueron hechos prisioneros y tal vez tres veces más muertos. Representó un logro significativo, aunque tomó mucho más tiempo de lo que se había previsto, una circunstancia que seguramente se debe al hecho de que las mejores unidades argentinas se desplegaron allí. Con la caída de Tumbledown fue el rasgo clave en la defensa de Puerto Argentino. Los argentinos evacuaron a sus tropas de Mount William esa noche, dejando solo a Wireless Ridge como la última posición elevada para pararse en el camino de la ofensiva británica.
Alentados por su victoria en Goose Green y la única unidad importante que recibió una segunda oportunidad contra los argentinos, a 2 Para se les asignó la tarea de apoderarse de Wireless Ridge la misma noche que el ataque de la Guardia Escocesa en Tumbledown, del 12 al 13 de junio. . De pie, a 3,2 km (2 millas) al noreste de Tumbledown, Wireless Ridge constituía de hecho dos piezas separadas de terreno elevado, que el teniente coronel David Chaundler decidió atacar desde el norte. Mientras que 2 Para había recibido muy poco apoyo de fuego en Goose Green, estaba previsto todo lo contrario para el ataque contra Wireless Ridge. Aquí, el batallón poseía muchos morteros propios, así como algunos de 3 Para, dos baterías de artillería puestas a su disposición a lo largo de la noche, otras armas proporcionadas por la Artillería Real si fuera necesario, y la potencia de fuego del HMS Ambuscade. Finalmente, dos Scorpions y dos Scimitars de Blues y Royals estaban disponibles, capaces de ofrecer un apoyo cercano desde el suelo aquí, en contraste con las otras características atacadas hasta el momento, que no ofrecían flancos pronunciados. El séptimo Regimiento defensor, que luchó contra 3 Para en el Monte Longdon, desplegó las compañías de rifles habituales, además de francotiradores, ametralladoras pesadas, morteros y artillería.

Chaundler dividió su plan en cuatro fases para incluir el fuego de artillería preparatorio. La compañía líder dejó su línea de inicio a las 21:45 h, con el apoyo de las Cimitarras y los Escorpiones, y al llegar a una de las alturas descubrió que los defensores se habían retirado bajo el peso del fuego entrante. Sin embargo, mientras los paras buscaban consolidar este terreno recién ocupado, ellos mismos se convirtieron en el objetivo de un bombardeo de artillería. En este punto, al este, otras dos compañías comenzaron su avance desde la línea de salida y se prepararon para enfrentarse a los defensores cuando los argentinos, inclinándose ante la presión de la combinación de artillería, mortero y ametralladoras dirigidos contra su posición, se retiraron. . Mientras tanto, otra compañía de paras, apoyada por los tanques ligeros de Blues y Royals junto con los Milans y las ametralladoras, avanzó constantemente. De hecho, 2 Para logró apoderarse de la primera mitad de la cresta con poco esfuerzo, pero los defensores ofrecieron una resistencia obstinada en la mitad restante, con los atacantes obligados a limpiar un búnker después de la siguiente. Sin embargo, su avance nunca vaciló, y finalmente la defensa se derrumbó, dejando al batallón de Chaundler en posesión de la cresta. Al amanecer, una pequeña fuerza de argentinos asaltó la posición, solo para ser rechazada por los defensores y apoyando el fuego extraído de morteros y cañones de 105 mm. A medida que el sol se elevaba, los argentinos huyeron en dirección a Puerto Argentino.

A diferencia de Goose Green, en Wireless Ridge el 2 Para había encontrado poca resistencia, recibió un importante apoyo de fuego de tanques y artillería y aprendió de la dura experiencia de quince días antes. La caída de Wireless Ridge y Mount Tumbledown rompió la parte trasera de la red defensiva argentina cerca de Puerto Argentino y el 14 de junio, desafiando las órdenes de Galtieri de resistir, Menéndez aceptó un alto el fuego, y su rendición absoluta se hizo efectiva a las 2059 hs hora local.

martes, 25 de diciembre de 2018

May dice que no hay negocación de soberanía posible

Reino Unido destacó la relación con Argentina pero advirtió por Malvinas: “La soberanía no está para ser discutida”


La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, lo indicó durante un mensaje de Navidad dirigido a los habitantes de las Islas. “Les puedo asegurar que algo nunca cambiará: nuestro absoluto compromiso con la soberanía”, dijo.





La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, afirmó -en un mensaje de Navidad dirigido a los habitantes de las Islas Malvinas- que el tema de la soberanía "no está para ser discutido" y dijo que en las conversaciones que mantuvo con Mauricio Macri este año se centraron "no sólo en aquello que nos separa sino también en lo que podemos alcanzar juntos".

"Si bien la relación entre nuestros gobiernos está cambiando, les puedo asegurar que algo nunca cambiará: nuestro absoluto compromiso con el pueblo y la soberanía de las Islas Falkland (Malvinas). Simplemente no está para ser discutido", dijo May en el mensaje difundido esta mañana.
La primera ministra señaló que en el encuentro que mantuvo con el presidente Macri en Buenos Aires -durante la realización de la Cumbre del G20- "fue un placer centrarnos no sólo en aquello que nos separa sino también en lo que podemos alcanzar juntos".

En ese encuentro, que mantuvieron el 30 de noviembre en Costa Salguero, Macri y May se comprometieron a fortalecer el vínculo comercial y la inversión entre ambos países, aunque sin hablar sobre la soberanía en las islas Malvinas.

En la carta, May también hizo referencia al nuevo vuelo acordado con el gobierno argentino, con escala en la provincia de Córdoba, operado por Latam, que partirá una vez por semana de San Pablo, Brasil.
"2018 ha sido un año apasionante para el pueblo de las Islas Falkland, uno que ha traído consigo nuevas caras, nuevas amistades y nuevas oportunidades", tales como "planes para un nuevo vínculo aéreo con Brasil han sido acordados, incluyendo una escala regular en la ciudad de Córdoba en Argentina", indicó.

"Se trata de un paso adelante que hará a las Islas más accesibles que nunca a la vez que promoverá el desarrollo económico. y es algo que sus legisladores electos han hecho mucho por cumplir", remarcó.
También mencionó las "conversaciones sobre la pesca y conservación que están en marcha por primera vez en catorce años" y calificó esas negociaciones como "un paso vital en asegurarnos la correcta administración de nuestros recursos naturales de forma sustentable a la vez que protegemos una industria fundamental de las Islas".
Asimismo, en el mensaje, May hizo referencia a los trabajos de identificación de los soldados argentinos que están enterrados sin nombre en el cementerio de Dawin.
"Desde 1982, muchas de las sepulturas en el cementerio militar argentino de Darwin estaban señaladas con la frase 'Soldado argentino sólo conocido por Dios'. En marzo pasado más de 200 familiares finalmente pudieron honrar y llorar ante las tumbas de sus hijos, hermanos, maridos y padres", afirmó.
En ese sentido, la primer ministro remarcó "la dignidad y respeto que el pueblo de las Falklands extendió a esas familias", lo que "dijo mucho sobre el carácter y espíritu de la comunidad".

domingo, 23 de diciembre de 2018

Cazabombardero: IAI Nesher / Dagger / Finger

 

IAI Nesher / Dagger / Finger

Wikipedia



El Nesher fue un caza construido en la década de 1970 en Israel por Israel Aerospace Industries (IAI), copiado sin licencia del caza francés Dassault Mirage 5 para la Fuerza Aérea Israelí (IAF por sus siglas en inglés), gracias al espionaje industrial llevado a cabo por el Mosad, ya que el gobierno francés impuso un embargo de armas a este país en las vísperas de la Guerra de los Seis Días.

El Dagger es una versión re-fabricada del Nesher para la Fuerza Aérea Argentina (FAA), construido entre 1978 y 1982. Los sobrevivientes a la Guerra de las Malvinas fueron sometidos a una actualización, siendo rebautizados como Finger, finalmente fueron retirados en 2015.1​

Fueron utilizados solamente por las fuerzas aéreas de Israel y Argentina, combatieron en la Guerra de Yom Kipur, donde tuvieron decenas de victorias ante los Mikoyan-Gurevich MiG-21 egipcios, y en la Guerra de las Malvinas, donde hundieron un buque.2​

Al menos cinco ejemplares fueron comprados por Sudáfrica a Israel en 1985, para el desarrollo del Atlas Cheetah.


Desarrollo

El fabricante francés Dassault Aviation desarrolló el Mirage 5, a petición de los israelíes, que eran los principales clientes extranjeros del Mirage III. La Fuerza Aérea Israelí quería que la próxima versión tuviese menos aviónica a cambio de mejorar la capacidad de carga y el alcance de la aeronave, dado que el clima en Oriente Medio es más claro, despejado y soleado que en Europa.

El embargo de armas que el gobierno francés impuso a Israel (en vísperas de la Guerra de los Seis Días y después) impidió que los primeros treinta aviones Mirage 5 (que fueron pagados por parte de Israel), más viente opcionales fueran entregados, además cortó el suministro de repuestos para la flota de Mirage IIICJ. Oficialmente, Israel afirmó haber construido el avión después de la obtención de los planos completos del motor en Suiza. Sin embargo, algunas fuentes señalan que Israel no pudo fabricar los aviones tan rápidamente (sobre todo los motores) y que la realidad es que recibió los cincuenta Mirage 5 en cajones del Armée de l'air (AdA) y los motores les fueron vendidos por Suiza,3​ mientras que el AdA recibió los cincuenta aviones comprados por Israel, bajo el nombre de Mirage 5F. Esta versión se vio ratificada cuando Argentina compró a Israel sus Nesher y descubrió que algunos de sus componentes tenían números de serie de fabricantes franceses.



El Nesher era idéntico al Mirage 5, a excepción de que este usaba aviónica israelí, asiento eyectable Martin-Baker cero-cero, y disponía de una gama más amplia de misiles aire-aire, incluidos los autóctonos Shafrir II y el AIM-9D estadounidense. Cincuenta y un Nesher monoplazas (Nesher S) y diez Nesher de entrenamiento (Nesher T) fueron construidos en total.



El Nesher tenía una aviónica más simple que el Mirage IIIC, y fue encontrado por los pilotos israelíes un poco menos maniobrable que el IIIC. Sin embargo, disponía de mayor alcance y carga útil. Tenía dos puntos de anclaje más, totalizando siete, contra los cinco del Mirage. El sistema de transferencia de combustible estaba compuesto por un tanque superior ubicado inmediatamente detrás de la cabina del piloto. Esto cambiaba la distribución de peso del seño del Mirage 5 pero lo hacía bastante inestable a baja velocidad, añadida a la estabilidad inherente al diseño del Mirage. La maniobrabilidad reducida no impidió que los Nesher tuviesen un excelente desempeño en combate aéreo durante la Guerra de Yom Kipur.



La producción del Nesher terminó en 1978 para dar paso a una mejora derivada del Mirage que había estado desarrollándose en paralelo, en la que se sustituyó el motor Snecma Atar francés por uno más potente, el General Electric J79 estadounidense, utilizado en los cazas Lockheed F-104 Starfighter y McDonnell Douglas F-4 Phantom II. El resultado fue el IAI Kfir.

Treinta y nueve Neshers remanentes fueron restaurados y vendidos a Argentina como Daggers.

Proyecto Finger


Finger IIIA de la FAA en el Aeropuerto de Tandil, año 1999.

En 1981, un año antes de la Guerra de las Malvinas, se comenzó en Israel con lo que se conoce como el proyecto SINT (Sistema Integrado de Navegación y Tiro) que entre otras cosas significaba incorporar el radar Elta EL/M-2001B, una nueva ADC (computador de datos de aire), unidades electrónicas Ferranti (solo se compraron once unidades), y un nuevo HUD Canadian Marconi. El proyecto buscaba culminar las aspiraciones de lograr un estándar símil al IAI Kfir C.2.



Iba a llegar la segunda tanda de Daggers, pero ese proceso de modernización, trajo consigo una disminución en las cantidades de aviones operativos, lo que llevó a la FAA a analizar la posibilidad sobre la base de una oferta de la IAF por un segundo lote de IAI Neshers que aun conservaba. El contrato se llamó Dagger II e incluía once monoplazas y dos biplazas más, los cuales fueron pagados un 6% más caros que los del primer contrato y completaron su llegada en febrero de 1982. Estos formaron el II Escuadrón de Cazabombardero.2​

De esos aviones, el C-427 no vino con sus compañeros a Argentina, ya que sería el primer avión usado para homologar el SINT, que se llamó Finger.



Los Dagger B (biplazas) no fueron modificados al estándar Finger, pero igual se los ha rebautizado con ese nombre.

Cuando comenzaron las hostilidades del Atlántico sur, los empleados de las empresas inglesas y canadienses, de Marconi y Ferranti fueron obligados a dejar el país por sus casas matrices, dejando los trabajos de modernización y homologación del Finger en una condición stand still. Esto no detuvo a los técnicos argentinos, y para agosto de 1982, se comenzó a trabajar en el programa REI (Reemplazo del Equipo Inglés) y en 1983 comenzó a volar el primer prototipo Finger I (C-402) con un software diseñado por la propia Fuerza Aérea Argentina y un hud y electrónica francesa, aunque no se pudo lograr un reemplazante para la ADC. Pero la llegada de la democracia hizo más notorios los recortes de presupuestos y el programa otra vez quedó postergado, lo que dio inicio al sub programa Finger II o sub-Finger, cuyo ejemplar de validación fue el C-405 y concibiría la versión Finger IIIA y IIIB.



Los IIIA llevarían los once equipos Ferranti, HUD Thompson-CSF y software original y la IIIB usaría la unidad electrónica y HUD Thompson-CSF con el software desarrollado por la FAA y una interfase capaz de lograr que el radar y el ADC israelí pudiese trabajar con los equipos franceses y seria esta la versión definitiva de los Fingers.

En 1984 los Fingers recibieron una nueva trompa similar a la que usan los Kfir y recién en 1987 se comenzó con la transformación del grueso de la flota.



El sistema estaba centrado alrededor de una computadora de misión denominada EU (Electronic Unit; en español, Unidad Electrónica) asociada a un HUD y nutrida por una serie de subsistemas a través de enlaces digitales en serie (bus digital). Por lo tanto, el piloto podía acceder a la información que le permite volar "cabeza arriba" en todas las fases del vuelo. La EU controlaba los medios principales de comunicación entre los subsistemas permitiendo obtener, en tiempo real, la información de Navegación y Tiro.



El HUD estaba constituido por dos elementos que permanentemente interactuaban con la EU, ellos eran la NCU (Navegation Control Unit; en español, Unidad de Control de Navegación) que mediante un teclado permite controlar y programar las distintas funciones a través de presentaciones visuales en el denominado PDU (Pilot Demostration Unit; en español, Unidad de Presentación del Piloto).



En definitiva, la integración de estos subsistemas otorgaron al piloto de Finger datos aéreos, como por ejemplo: presión atmosférica, temperatura, altura, número de Mach, ángulo de ataque, coeficiente de ascenso, etcétera, en una sola pantalla y que son vitales a la hora del combate.

Por último, entre el 2003 y 2004, se integró al sistema de navegación y ataque un receptor de sistema de posicionamiento global (GPS por sus siglas en inglés) a fin de mejorar la precisión tanto en la navegación hacia el blanco como en el ataque.



Estos sistemas permanecieron disponibles en toda la flota de los Finger IIIA operativos, (no así en los IIIB), por eso estuvieron asignados dentro del Grupo 6 de Caza de la FAA a las misiones primordialmente de ataque complementando la tarea de intercepción del Mirage IIIEA.

Operadores 

Argentina

Fuerza Aérea Argentina2​
III Brigada Aérea
Grupo 6 de Caza
Escuadrón I de Cazabombardero
Escuadrón II de Cazabombardero

Israel

Fuerza Aérea Israelí4​
Escuadrón 101 "First Figher"4​
Escuadrón 144 "Guards of the Arava"4​
Escuadrón 113 "Hornet"4​
Escuadrón 253 "Negev"4​


Historia operacional

Israel


Nesher S bombardeando posiciones sirias en la Guerra de Yom Kipur, 6 de octubre de 1973.

El primer prototipo del Nesher voló en septiembre de 1969, mientras que las primeras entregas de aparatos en producción para la IAF se realizaron a principios de mayo de 1971, finalizándose en febrero de 1974. Estos aparatos se comportaron correctamente en la Guerra de Yom Kipur de 1973; se reclamaron más de cien derribos por parte de estos aparatos. Se estima que se perdieron quince Nesher en combate o de otra forma.

Argentina


Dagger A en el Aeropuerto de Jujuy durante del Operativo Blasón, año 1981.

La Fuerza Aérea Argentina buscaba complementar sus Mirage IIIEA y su primera opción fue el IAI Kfir C.2. Sin embargo la realidad del presupuesto y las objeciones de Estados Unidos se impusieron y se optó por la compra de aviones de segunda mano a Israel. Los aparatos supervivientes fueron re-equipados y exportados a Argentina en dos tandas, veintiseis aparatos en 1978 y trece en 1980, con denominación Dagger, incluyendo treinta y cinco monoplazas Dagger A, y cuatro entrenadores biplaza Dagger B.

Con estos aparatos se formó una nueva unidad que se alistó inmediatamente con la ayuda de la Fuerza Aérea del Perú, quienes ya usaban el Mirage 5P, debido a la crisis con Chile de ese año que precipitaron las entregas y formación de pilotos. Tras el fin de la crisis se revisaron los aviones para resolver los problemas que la rapidez de la puesta en servicio había causado.5​

En la Guerra de las Malvinas de 1982, fueron desplegados en una base de Río Grande y un aeródromo de Puerto San Julián. A pesar de la distancia de los objetivos y de la falta de capacidad de reabastecimiento en vuelo, consiguieron realizar 153 salidas contra objetivos tanto terrestres como navales, dañando los buques HMS Antrim (D18), HMS Brilliant (F90), HMS Broadsword (F88), HMS Ardent (F184), HMS Arrow (F173) y HMS Plymouth (F126).6​ Once Daggers fueron perdidos en combate, nueve por misiles AIM-9L lanzados por Sea Harrier y dos por misiles superficie-aire.2​

Misiones de ataque

El 1 de nayo la sección indicartivo "Toro" compuesta por dos Dagger A pilotados por el Capitán Moreno y el Teniente Volponi cerca de los 08:25 horas fueron guiados por el Radar Malvinas a dos Harrier ingleses a 120 millas náuticas (222,24 km). Los aviones argentinos y británicos dieron giros buscándose unos a otros sin llegar a entrar en combate.

La escuadrilla "Torno", de tres Daggers pilotados por el Capitán Dimeglio, el Primer Teniente Román y el Teniente Aguirre Faget encontraron a dos buques británicos que estaban cañoneando a Puerto Argentino/Stanley cerca de las 15:00 horas, los pilotos argentinos atacaron con sus bombas y cañones (excepto Román) a las naves, quienes le lanzaron dos misiles. Dimeglio y Aguirre Faget escaparon juntos y Román aparte. Aviones Harrier británicos comenzaron a buscarlos, ante lo que otros dos Dagger (Capitán Donadille y Primer Teniente Senn) pusieron rumbo hacia los Harrier para cubrir el regreso de los argentinos. Los aviones ingleses escaparon.

El Primer Teniente José Ardiles entró en combate con dos Harrier, donde fue derribado y falleció.

El 21 de mayo tres Dagger, indicativo "Ñandú", manejados por Capitán Rohde, Teniente Pedro Bean y Mayor Martínez y otros tres indicativo "Perro", piloteados por el Capitán Moreno, Teniente Ricardo Volponi y el Capitán Janett atacaron a los buques posicionados en la bahía San Carlos y en el canal del mismo nombre.

Después de la guerra

Luego de la guerra se siguió con los trabajos de modernización y reparaciones llevandolos a la versión Finger III, desde entonces participaron activamente en ejercitaciones de diferente magnitud, tanto propias de la Fuerza Aérea Argentina, como conjuntas y combinadas con otras fuerzas, como el "Águila" en la V Brigada Aérea, junto a los cazas A-4AR de la FAA y F-16 de la USAF,7​ "Cruzex" en Brasil,8​ y "Ceibo" (también en la V Brigada).


Finger IIIA rodando por el Aeropuerto Internacional Gobernador Francisco Gabrielli, año 2005.

Participaron en los ejercicios conjuntos "Pegasus" en la Base Aérea Militar Río Gallegos, "Ícaro" en la III Brigada Aérea, "Ajax" en la II Brigada Aérea, Unidef en la Base de Infantería de Marina Baterías9​ y "Oro" en Tres Arroyos, junto a unidades de artillería antiaérea. También formaron parte de la defensa aérea de cobertura en eventos que involucran a líderes internacionales, como la Cumbre de las Américas, Cumbre Iberoamericana, Unasur y Mercosur. Su presencia se hacía sentir en diversos espectáculos aéreos, como aniversarios de la Fuerza Aérea, de aeroclubes y otros festejos.

En septiembre de 2011 se vieron afectados al control aeroespacial del norte argentino, en el marco del Operativo Fortín, operando desde el Aeropuerto de Santiago del Estero.10​

Finalmente el 29 de noviembre de 2015 en una ceremonia formal, se dieron de baja a los Finger, junto al resto de los cazas de la familia Mirage, después de treinta y siete años de servicio.1​

Variantes

Nesher S Versión incial, caza monoplaza, 51 construidos.2​
Nesher T Versión biplaza para entrenamiento del S, 10 construidos.2​
Dagger A Nesher S re-acondicionado para Argentina, 35 unidades.2​
Dagger B Nesher T re-acondicionado para Argentina, 4 unidades.2​
Finger IIIA Actualización del Dagger A.
Finger IIIB Actualización del Dagger B.


Especificaciones


Referencia datos: Fuerza Aérea Argentina11​ y Desarrollo y Defensa12​

Finger IIIA C-412 de la FAA despegando del Aeropuerto de Mendoza, con tanques de combustible externos, año 2005, a diez años de su retiro en 2015. Éste ejemplar siendo un Dagger A en Malvinas en 1982 averió a los buques HMS Arrow (F173) y HMS Brillant (F90).13​

Características generales

Tripulación: 1× piloto en versiones monoplazas, 2× pilotos en versiones biplazas
Longitud: 15,6 m (51 ft)
Envergadura: 8,2 m (27 ft)
Altura: 4,3 m (13,9 ft)
Superficie alar: 34,8 m² (374,6 ft²)
Peso vacío: 6 570 kg (14 480,3 lb)
Peso cargado: 10 770 kg (23 737,1 lb)
Peso útil: 6 930 kg (15 273,7 lb)
Peso máximo al despegue: 13 500 kg (29 754 lb)
Planta motriz: 1× turborreactor Snecma Atar 9C-5.
Empuje normal: 42 kN (4 283 kgf; 9 442 lbf) de empuje.
Empuje con postquemador: 60,8 kN (6 200 kgf; 13 668 lbf) de empuje.


Rendimiento

Velocidad máxima operativa (Vno): 2 350 km/h (1 460 MPH; 1 269 kt) a 12 000 m (39 370 ft) de altitud
Velocidad crucero (Vc): 956 km/h (594 MPH; 516 kt)
Alcance: 4 000 m (13 123 ft)
Radio de acción: 1 200 m (3 937 ft)
Alcance en ferry: 4 000 m (13 123 ft)
Techo de vuelo: 17 680 m (58 005 ft)
Régimen de ascenso: 83 m/s (16 338 ft/min)

Armamento


Cañones: 2× DEFA 552 de 30 mm (1,1811 pulgadas) con 125 municiones cada uno
Puntos de anclaje: 7 (6 subulares y 1 bajo el fuselaje) con una capacidad de 4200 kg (9 259,4 lb), para cargar una combinación de:
Bombas: 2× bombas de propósito general Mark 82 de 227 kg (500,449 lb) o Mark 83 de 460 kg (1 014,1 lb)
Cohetes: 2× contenedores LAU-61/A con 19× FFAR de 70 mm (2,7 pulgadas) cada uno
Misiles: 2× misiles aire-aire RAFAEL Shafrir 2 o AIM-9D Sidewinder
Otros: Hasta 3× tanques de combustible externos Los cañones DEFA 552, las bombas Mark 81 y 82 y misiles Shafrir fueron utilizados por las dos fuerzas aéreas.

Aviónica


Visualización head-up Thompson CSF, radar telemétrico Elta EL/M-2001B que proporcionaba los datos básicos para el cálculo de tiro en misiones de ataque. En el modo aire-aire proporciona la distancia y velocidad de acercamiento con relación a un blanco móvil con un rango de operación entre 150 metros y 5 kilómetros. Ofrece 2 modos:
Cálculo Continuo de Línea de Tiro, también conocida cono "hot line"
Línea Computada de Puntería que se asemeja a la línea predictoria giroscópica.

El Finger IIIA en combate aire-tierra, su Sistema Integrado de Navegación y Tiro le proporcionaba 3 modos de ataque en una distancia máxima de 10 km (32 808 ft)

Modo CCPI: (Cálculo Continuo del Punto de Impacto) indicaba en donde impactaría armamento si fuera lanzado en ese momento.
Modo CCPL: (Cálculo Continuo del Punto de Lanzamiento) guía automática que determinaba por donde navegar hasta un punto de lanzamiento determinado con anterioridad.
Modo CNPL: (Cálculo del Punto de Lanzamiento; o tiro sobre el hombro) que otorgaba datos del lanzamiento sobre blancos determinados inercialmente, maniobrando en forma ascendente sin visualización del los mismos. Este último modo fue desarrollado íntegramente en Argentina dado que no estaba contemplado en el contrato inicial con la Israel Aircraft Industries.



viernes, 21 de diciembre de 2018

VGM Curilovic opina sobre su visita a Darwin

Un héroe de Malvinas criticó la citación al Congreso del embajador argentino en Londres: "Es oportunismo político" 

Roberto Curilovic destacó el trabajo de Carlos Sersale en el proceso de reconocimiento de los caídos en Malvinas y advirtió que la actitud de los legisladores argentinos "puede repercutir en la posibilidad de nuevas visitas" al cementerio Darwin. "La guerra no sirvió para nada, no mancillemos ahora la paz", pidió





Por Luis Novaresio | Infobae


Roberto Curilovic, ex combatiente en la Guerra de Malvinas como piloto de la aviación naval, visitó los estudios de InfobaeTV y fue muy duro con la decisión del Congreso Nacional de citar al embajador argentino en Londres, Carlos Sersale, por un tuit que el funcionario publicó con una nota de este medio haciendo referencia a las "máximas autoridades de las islas" en referencia al gobierno actual.

Elisa Carrió, acompañada por bloques como el peronismo de los gobernadores y el Frente para la Victoria, pidieron citar a Sersale para que aclare qué quiso decir con su publicación, ya que, según los diputados, podría significar un reconocimiento a la soberanía de Gran Bretaña sobre Malvinas en medio de la disputa abierta entre el país europeo y la Argentina. Carrió hasta pidió interpelar al canciller Jorge Faurie.

"Lo conozco al embajador y sé de lo esfuerzos que hizo por llevar adelante el proyecto humanitario de identificación de los caídos, por dar paz a los familiares. El esfuerzo por acercar y relacionar. Si no tendes puentes no se va a llegar a nada. No me sentí agraviado, sino agradecido", comenzó Curilovic su defensa sobre Sersale.

 
Roberto Curilovic en Malvinas


Y sentenció: "No se puede estar tratando de desmerecer todo el esfuerzo y todo lo que se logró simplemente porque se puso un término u otro. No afecta la soberanía. Es mi posición, no desde Cancillería o desde la política. Lo tomo como oportunismo político estos cuestionamientos y es lo que más me duele. Se está lastimando esa relación y va repercutir lamentablemente sobre la posibilidad de nuevas visitas, familiares y demás. La guerra no sirvió para nada, no mancillemos ahora la paz".

Asimismo, el héroe de guerra destacó el trabajo que se realizó gracias a la intervención del empresario Eduardo Eurnekian, artífice del histórico viaje de los familiares de los soldados identificados al Cementerio de Darwin: "Haber colaborado con los familiares para que puedan tener un lugar donde honrar a sus caídos es producto de colaboración. Una colaboración de embajadores británicos, de la comisión de familiares y naturalmente del peso de alguien que se puso al hombro esta misión, que es Eduardo Eurnekian".

 

Sobre este punto, puntualizó: "El hecho de que haya sido por iniciativa privada es único en el mundo. Siempre es a través de gobiernos y acá no fue así. Por eso creo que se logró, sino tenes muchos tiempos y esperas. Son 36 años lo que esperaron esas madres y es demasiado".

A pesar de la actitud que tomó el Congreso argentino sobre Sersale, para Curilovic "no está en peligro" el avance en las tareas de colaboración con el Reino Unido, pero es una postura que "incomoda".

"Eduardo llevó al primer embajador que lo contactó para hacer el proyecto, el británico Christopher. Él no había visto el cementerio terminado. Vino Mark Kent. Realmente se revivieron muchas sensaciones cuando veías ese día que hicimos un vuelo con dos aviones y 250 familiares. Cuando veías esos ojos húmedos por el dolor de esas madres que te agarraban las manos y te decían 'gracias'. Fijate la ironía. Todos nosotros, incluidos periodistas y políticos, deberíamos decirles gracias a ellas, que han entregado lo más que tenían", resaltó el ex piloto, dejando en claro que el trabajo realizado trasciende fronteras.

 
El ex combatiente estuvo en los estudios de InfobaeTV (Joaquín Pedroso)

Para remarcar esto, brindó un dato insoslayable, que es la cantidad de caídos reconocidos: "Sé del esfuerzo que se hizo por tratar de hacer las cosas bien. Un punto importante es que en las primeras visitas teníamos 121 placas donde decía 'soldado argentino sólo conocido por Dios'. Con estos trabajos ya hay 106 reconocidos que pudieron poner una flor en un lugar real donde tenían la tumba de su ser querido. Las caras terminan siendo de satisfacción".

En el final, Curilovic ratificó su posición y sumó a todos los que colaboraron con el proyecto: "Es oportunismo. No lo acepto yo ni los veteranos ni la comisión de familiares. Les cuesta a todos hablar, capaz no tienen los espacios que merecen, pero serían coincidentes con lo que digo. Pido que no se destruya lo que se está tratando de avanzar y construir. Fueron años de esfuerzo".

miércoles, 19 de diciembre de 2018

El tierno guardián de los Caídos en Malvinas de Rosario

Tiene 9 años y es el guardián más tierno del monumento a los Caídos en Malvinas



Cuando Nacho tenía 4 años, su maestra le contó lo que pasó en 1982. Hoy, en su ciudad, Rosario, se encarga de mantener brillantes los nombres de los excombatientes.

Por Yanina Sibona | TN




Ignacio Elías tiene 9 años y desde muy chico, mucho más de lo que es ahora, se interesó por la Guerra de Malvinas. Fue un 2 de abril, hace 5 años, cuando la maestra les contó lo que había pasado y esa historia lo marcó para siempre. "Tenía cuatro años y mi seño me mostró una foto de los combatientes, fue uno de los días que más atención presté", explica Nacho, mientras sostiene el paño con el que cada domingo lustra las placas de los nombres de los excombatientes en el monumento a los Caídos en Malvinas.

Desde ese primer momento, en que conoció la historia del enfrentamiento entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de las Islas, Nacho siguió preguntando e investigando. Cuando tenia 6 años, se enteró de que unos hinchas de Universidad de Chile habían hecho pintadas sobre el monumento y le pidió por favor a sus papás que lo llevaran a limpiarlo. "Me dio rabia, necesitaba ir a arreglar lo que habían hecho. Como tenían trabajo, mis papás no podían llevarme, entonces le dije a mi abuelo: 'Lelo, mi mamá no puede' y él me dijo que lo haría. Fuimos, y me sentí tan bien que quise seguir yendo para ayudar un poco".

Al momento de hacer la nota en Rosario, Lelo estaba internado por un problema en la columna, por eso, esta vez no estuvo junto a Nacho. Mariana, la mamá, lo acompañó junto a Guadalupe, la hermanita, que también colaboró con el mantenimiento. "Mi papá lo trae todos los domingos a las 10, se quedan un rato y después se van a comer unas papas fritas. Esa es la rutina cada domingo", indica.

Nacho con su abuelo Lelo un domingo en el monumento.

Además de lustrar las placas conmemorativas, Nacho también cuida que no haya papeles ni mugre en los alrededores. "No entiendo cómo pueden ensuciar este lugar, qué tiene en la cabeza la gente. Este es un lugar sagrado, donde hay nombres de soldados que lucharon por nuestra patria. Por eso lo cuido, porque no quiero que la gente lo trate como si fuera un lugar cualquiera".

Mientras hacíamos la entrevista llegó Miguel Ángel Gelman, un excombatiente de Malvinas que formó parte de una escuadrilla aeronaval de exploración para la búsqueda de la flota inglesa. "Sabía de Nacho, soy uno de los que participa de la custodia del monumento los fines de semana, pero nunca los domingos así que hoy me vine a conocerlo a él. Estoy muy orgulloso de que con sus nueve años se haya interesado tanto por este tema. Para nosotros, los que combatimos, significa un orgullo enorme".

lunes, 17 de diciembre de 2018

Las Malvinas en el poder británico del siglo 18

Poder británico del siglo XVIII



Weapons and Warfare



Dominic Serres (británico, 1722-1793)

Buques de la Compañía de las Indias Orientales y otros buques fuera de Santa Elena

India

Los británicos actuaban como una gran potencia; mediados del siglo XVIII. En India, Caillaud sitió con éxito a Vellore en 1762, y Madurai cayó en 1764 como resultado de otro asedio exitoso. Había estado bajo el control de Yusuf Khan, un destacado oficial sepoy en el ejército de Madras en las décadas de 1750 y 1760. Le habían entregado una medalla de oro en 1755 y había sido nombrado comandante de los sepoys. Yusuf Khan se había vuelto ambicioso y se había convertido en un arrendatario de Nawab en Madurai, antes de pelearse con el hijo de Nawab y separarse. Como patrocinador del Nawab, la Compañía de las Indias Orientales tuvo que reprimir a Yusuf Khan. Indicando una de las desventajas de la movilidad y la interdependencia, Call culpó de su desafío al envío de gran parte del ejército de Madras a la expedición de Manila. En 1763 Call describió las dificultades de la campaña contra Madurai:

No debemos sentirnos inquietos por la certeza de derrotarlo si no fuera por la dificultad de penetrar en el bosque para llegar a él. Los caminos estrechos son en todo momento difíciles para un ejército, pero están cerrados y asegurados como lo son en la actualidad. Estamos seguros de que es imposible penetrar por cualquier ruta que no sea la de mar. Otro gran obstáculo es la falta de agua, así como el arroz, a pesar de todo lo que deberíamos haber marchado contra él y podríamos haber reunido un cuerpo de 600 europeos, pero tal fue nuestro estado debilitado que no pudimos enviar la mitad de ese número a el campo.

La campaña demostró el aumento de los compromisos militares derivados de la propagación de los intereses políticos británicos. Yusuf Khan fue traicionado a los británicos por uno de sus oficiales franceses y ahorcado. En 1766, la Compañía de las Indias Orientales ganó los Circars del Norte como el precio de su alianza con los Nizam de Hyderabad. Caillaud, ahora brigadier general, ocupó la zona con poca resistencia. Benares, adquirido de Oudh, siguió en 1775.

Sin embargo, en 1767-9, los británicos lucharon contra un gobernante en ascenso, Haidar Ali de Mysore, un general efectivo cuyas fuerzas eran particularmente fuertes en la caballería ligera y que el Consejo de Madras consideraba una amenaza. Un oficial británico registró en 1768 "un gran cuerpo del caballo del enemigo constantemente flotando alrededor de nosotros, y a menudo llevándose números de nuestros bueyes, equipaje, etc.". A falta de caballería, las fuerzas de la Compañía no pudieron responder con eficacia.

A pesar de esto, Mysore fue invadida y los británicos pudieron usar su artillería para reducir las fortalezas rivales en 1768. Sin embargo, los recursos y la determinación para sostener una invasión estaban ausentes, y la caballería de Haidar, descrita en 1791 como "la luz más diligente y emprendedora". tropas en el mundo ”, afectó la capacidad de la Compañía para aumentar los impuestos. En 1769 esta caballería arrasó el Carnatic, avanzó hasta Madras y dictó la paz al Consejo, cuyo ejército era mucho más pequeño. Haidar Ali respetó y temió al general de división Joseph Smith, comandante del ejército de Madras, pero Smith no tenía medios suficientes y fue difícil responder con éxito a la caballería de Mysore. El fracaso en derrotar a Haidar Ali, como los golpes anteriores en las etapas iniciales de la Guerra de Pontiac, indica el peligro de leer demasiado sobre el éxito de Gran Bretaña en las últimas etapas de la Guerra de los Siete Años. La guerra en la tierra contra oponentes no europeos, que no solo lucharon de manera diferente sino que también fueron producto de sistemas socio-políticos contrastantes, fue más difícil que el conflicto con otras potencias europeas.






En la década de 1770, los británicos no eran tan poderosos en el sur de la India como en el valle del Ganges inferior, aunque Vellore fue asaltado en 1771 y Tanjore fue asediado exitosamente en 1775. Más al norte, las fuerzas de Bengala bajo el teniente coronel Thomas Goddard se mudaron a Oudh en 1772-3 con el fin de mantener la influencia allí. En 1774, los británicos ayudaron a Shuja-ud-dowla de Oudh a conquistar Rohilkhand. El año siguiente, las tropas de la Compañía ayudaron a reprimir un motín entre los de Oudh contra su nuevo gobernante, aunque esto implicó grandes bajas.

El poder británico era cada vez más evidente en sus centros costeros. George Paterson observó la consolidación de la posición británica cuando visitó Bombay en 1770. Pensó que la fortaleza cuadrada original que los británicos habían albergado contra el ataque de Mughal en 1686 "de ninguna manera es adecuada para sostener un ataque moderno", pero observó más Fortificaciones modernas, incluidas las de una colina que domina la ciudad. La velocidad del trabajo impresionó enormemente a Paterson:

debe ser fortificado Bueno, habiendo acordado esto, las fortificaciones estaban bien planeadas y se ejecutaron de inmediato, y durante todo el tiempo que estuvieron trabajando en esto, había varios miles de personas también constantemente trabajando para quitar la colina y hacerla volar como fuego y humo. Los dos vienen a buen ritmo y muy pronto no habrá colina; Pero habrá buenas fortificaciones. Todas estas obras juntas pueden estar muy bien defendidas por 10.000 hombres, un ejército suficiente para enfrentar cualquier poder en el campo que pueda atacar este lugar; pero también se puede luchar a cubierto como no.

Los muelles de Calcuta se mejoraron a fines de la década de 1760 y se inició la construcción de barcos con diseño británico utilizando naves navales. El patio de la East India Company en Bombay contenía muelles que podrían usarse para el mantenimiento adecuado de los barcos, evitando la necesidad de enviar buques de guerra a casa con todas las consecuencias para la fuerza naval. Más al este, sin embargo, el asentamiento de la Compañía en Balambangan, en Borneo, fue destruido en un levantamiento local en 1775.

Las Malvinas

La fortaleza y la preparación marítimas de Gran Bretaña se pusieron a prueba en 1770. Puerto Egmont, la base británica en las Islas Malvinas, fue capturado por España, que reclamaba las islas. El gobierno respondió con un armamento sustancial que demostró la efectividad de la marina. Se preparó una flota de 55 barcos y en mayo de 1771 estaba tripulada. España y su aliado francés no pudieron igualar estos preparativos y esto acentuó las tensiones políticas dentro del campo borbónico. El ministro de relaciones exteriores francés más belicoso, Choiseul, fue despedido el 24 de diciembre de 1770, y Luis XV presionó a Carlos III de España para que hiciera concesiones. El asunto se resolvió mediante compromiso el 22 de enero de 1771. España prometió restaurar Port Egmont mientras declaraba que esta concesión no afectaba su reclamo de soberanía, y los británicos dieron una garantía verbal y secreta de que evacuarían Port Egmont. Los británicos, sin embargo, no retiraron sus tropas hasta 1775, y luego solo por motivos económicos. La crisis terminó por un momento en que los franceses planeaban una invasión de Inglaterra.

Este no fue el único ejemplo de la movilización naval británica y el ruido de sables en este período. En 1771, se enviaron cuatro barcos de la línea al Océano Índico para disuadir una posible amenaza francesa a los intereses británicos en la India. Los franceses de hecho enviaron asesores militares a Haidar Ali ese año. En 1772, la amenaza de acción llevó a los daneses a liberar al exilio Caroline Matilda, la hermana de Jorge III y su reina adúltera.

El poder mundial desafiado

Sin embargo, estos también fueron años en los que Gran Bretaña perdió la ventaja en la fuerza naval frente a los Borbones. Debido, especialmente, a los lanzamientos franceses y españoles a fines de la década de 1760, cada uno mayor que los de Gran Bretaña, y también a los lanzamientos españoles mayores a principios de la década de 1770, los Borbones tenían una superioridad cuantitativa en tonelaje de aproximadamente el 20 por ciento para 1775. Esta pérdida de la superioridad naval iba a costar caro a Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, pero la situación era más compleja que la de un fracaso en tiempos de paz que conducía a problemas en tiempos de guerra. La marina británica en 1765 fue en términos de tonelaje la más grande de todas las naves hasta la fecha. Dados los problemas de tripulación de la flota y el mantenimiento de los buques, la conveniencia de una mayor construcción fue limitada. La Guerra de los Siete Años y la crisis de las Islas Falkland indicaron la debilidad de la cooperación borbónica. Una rebelión a gran escala en las colonias americanas, especialmente en cooperación con Francia, parecía poco probable.

Tal rebelión iba a estallar en 1775. La crisis en las relaciones imperiales fue parte de un colapso más general en el control europeo en el Nuevo Mundo en el siglo de 1775. Sin embargo, más que sugerir un choque inevitable, es necesario explicar por qué el proceso de alcanzar y redefinir interminablemente el consenso subyacente ya menudo constituido como gobierno en este período se rompió. En el norte de la India, por ejemplo, los británicos inicialmente se adaptaron exitosamente al sistema social tal como lo encontraron, conciliando a las élites locales de la caballería musulmana y los comerciantes hindúes y beneficiándose de su poder.

Sin embargo, en las colonias americanas, especialmente las de Gran Bretaña, las ideas constitucionales y las prácticas políticas derivadas de Europa condujeron a crecientes desacuerdos sobre la naturaleza del vínculo colonial. Estos tocaron directamente la naturaleza del Imperio Británico, ayudando a crear una atmósfera cada vez más volátil a medida que los ministerios británicos respondieron con vacilantes actos de firmeza. La vigilancia de América del Norte fue una tarea difícil para el ejército y la armada británicos. Entre 1763 y 1775, casi el 4% de todo el presupuesto nacional británico se gastó en el mantenimiento del ejército en América del Norte. El desembarco de tropas en Boston en 1768 ayudó a aumentar la tensión. La policía implicaba el uso de la fuerza militar. La "Masacre de Boston" del 5 de marzo de 1770, en la que murieron cinco bostonianos, fue vista por muchos estadounidenses como una demostración de la militarización de la autoridad británica. El desorden, de hecho, alentó la dependencia gubernamental en el ejército. El Boston Tea Party de diciembre de 1773 condujo a una dura acción contra Massachusetts, incluido el envío de más tropas. El general Thomas Gage, el comandante en jefe en América, fue nombrado gobernador de la colonia. A Gage se le ordenó usar la fuerza para restaurar la autoridad real y esto llevó al estallido de la guerra.